Si estáis pensando en renovar las paredes de vuestra casa y queréis darle un toque diferente, os vamos a enseñar las técnicas más originales para que podáis pintar sin poner límites a vuestra imaginación. Todas estas técnicas se pueden combinar con paredes lisas y así crear efectos preciosos.

Gotelé

¿Lo amas o lo odias? El gotelé es una de las técnicas más conocidas y hay que no deja a nadie indiferente. Para aplicar está técnica hay que diluir la pintura con menos agua de lo normal. Al dejar la pintura más espesa, salpica más y deja que se acumulen gotas. También existen rodillos rugosos o con grandes espacios que nos pueden ayudar a crear esta textura con más facilidad. El efecto relieve que genera en las paredes es muy recomendable para tapar posibles imperfecciones que puedan tener las paredes.

Trapeado

Su nombre nos lo dice todo: para realizar esta técnica necesitaremos un trapo, si está arrugado lograremos mayor textura. Primero necesitamos pintar de un color base. Una vez seco, se empapa el trapo en pintura y se extiende por la pared suavemente. Podemos utilizar varios colores y crear patrones con el trapo. Es una técnica con muchas posibilidades, pero existen básicamente tres formas de aplicar la pintura: con golpes suaves en la pared y poca pintura en el trapo, frotando el trapo contra la superficie o rotando el trapo para darle diferentes formas.

Estucado /Falso Estucado

El estucado es una técnica que crea un efecto de texturas brillante y elegante. Se realiza con una pasta a base de polvo de mármol, cal y pigmentos de color. Hay que aplicarlo de forma uniforme por toda la superficie. Es una técnica bastante complicada, pero los resultados merecen la pena. También existe el falso estucado, que imita el resultado pero su elaboración es más sencilla. En el falso estucado se pinta primero de un color base y luego se utiliza otro color de forma irregular creando manchas desiguales y varias capas en algunas partes. Se deja secar y se vuelve a aplicar una fina capa del primer color para fundirlo con el anterior.

Aguado

El efecto líquido está muy de moda. La pintura aguada consiste en  licuar la pintura más de lo que se haría normalmente para que quede translucida. Primero se ha de dar una base simple del color que hayamos escogido y una vez se ha secado aplicaremos la pintura aguada. La aplicación se realiza con una brocha ancha para dar una mayor sensación de estilo rústico.

Esponjado

Hemos de confesar que el esponjado es una de las técnicas más sencillas. Para comenzar aplicamos un color base. Una vez lo hemos dejado secar aplicamos los siguientes colores (puede ser uno o varios) con una esponja. Lo haremos dando golpes suaves. Lo más importante es no dejar que gotee para conseguir una textura con profundidad pero que no sea rugosa. El efecto será diferente si decidimos utilizar una esponja natural o una sintética, podéis probar como es cada acabado antes de elegir una de ellas. El resultado es una gran profundidad que combinado con paredes lisas crea contrastes increíbles.

Craquelado o cuarteado

Este efecto agrietado se ha aplicado tradicionalmente en madera y cuadros, pero se puede usar en paredes logrando resultados rústicos muy atractivos. El proceso comienza con la mezcla de polvo de tiza y pintura acrílica, luego simplemente se aplica a la superficie. Esta técnica también puede lograr efectos marmolados si se aplica un tono más oscuro primero a la pared lisa.

Estarcido

Pese a lo extraño del nombre la técnica es de lo más habitual. Tan sólo se trata de imprimir imágenes en la pared con ayuda de una plantilla que podéis comprar en tiendas especializadas o hacerlas vosotros mismos. También existen rodillos que poseen formas y ayudan a aplicarlo en las superficies. Se puede aplicar en toda la pared o tan sólo en franjas decorativas.

Marmolado

Esta es una técnica muy laboriosa pero merece mucho la pena. Consiste en imitar al mármol con pintura. Primero se aplica una capa lisa y se deja unos minutos, antes de que se seque pasamos un trapo para que la pintura no quede uniforme. Después con un pincel finito se dibujan líneas irregulares, imitando las vetas del mármol y por último se difuminan las líneas. Podemos aplicar un lacado una vez seco para que quede brillante. El resultado es espectacular.

Difuminado

Esta técnica es un poco más compleja ya que requiere de una pistola de pintura para degradar el color desde una intensidad máxima hasta un tono suave. El resultado es espectacular, pero hemos de llamar a un profesional para aplicarlo.

¡¡Ya sólo nos queda elegir cual queremos para cada espacio de nuestra casa!!