Aunque el buen tiempo aún está por llegar y no podemos tener nuestro jardín en pleno rendimiento, os sugerimos ir preparándoos para el buen tiempo y las bebidas refrescantes al sol. Al igual que nuestra piel se quema cuando estamos expuestos al astro rey durante un rato, lo mismo pasa con nuestras maderas. Pero… ¡no os preocupéis! Hoy os traemos unos consejos para mantener nuestra madera exterior en las mejores condiciones.

Si aún no tenéis mobiliario exterior pero estáis pensando acondicionar vuestro jardín, lo mejor a la hora es que optéis por maderas de gran resistencia (como la teca o el roble). Este tipo de maderas tienen una gran resistencia a las inclemencias y lucirán un mejor aspecto durante más tiempo. Eso sí: su resistencia no las hace inmunes y tendremos que aplicarles los mismos cuidados.

Tratamiento de madera

Lo primero para mantener nuestras maderas como nuevas es la limpieza y debemos de ser constante durante todo el año, independientemente del tratamiento que hayamos elegido y especialmente en períodos de viento (cuando el aire arrastra más polvo y suciedad). Bayeta y agua será suficiente para mantener nuestra madera limpia, pero si la suciedad está incrustada puedes utilizar un producto específico de limpieza en las zonas afectadas. Muy importante: si nuestra madera tiene nudos o vetas, hay que hacer hincapié en estos rincones ya que pueden acumular más suciedad.

Una vez limpias, podemos aplicar un aceite específico para madera exterior. Este tipo de producto no solo embellece la madera, sino que sirve como protector, por lo que es especialmente útil durante verano y invierno: así evitaremos que la luz, el calor, el viento y el frío desgasten nuestras maderas. Con estos aceites, no se sella el poro de la madera por lo que esta «puede respirar» y adaptarse a la humedad ambiental – de modo que la madera no se desconchará. También evitaremos la decoloración por humedad o luz. La madera, además, absorbe estos materiales, por lo que sella las intersecciones y evita la humedad e insectos. Es necesario que sepáis que para aplicar este tipo de productos, la madera tiene que estar bien decapada o «en crudo».

Si queremos sellar el poro de nuestra madera para conseguir una mayor protección, podremos aplicar un barniz. La aplicación de este tratamiento facilitará la limpieza de la madera -ya que crea una capa lisa- y, a nivel estético, nos permitirá jugar más con las gamas de colores de nuestras maderas, aportándolas un gran brillo. Sin embargo, tiene sus inconvenientes ya que, al no ser absorbido por la madera, acaba deteriorándose. Por ello, es necesario eliminarle y reaplicarlo cuando se encuentre desgastado.

La madera requiere protección para mantenerla como nueva más tiempo. Ahora solo tenéis que elegir en tratamiento que mejor se adapte a vuestras necesidades y poneros manos a la obra. Si tenéis cualquier otra duda o necesitas información adicional, no dudéis en poneros en contacto con nosotros. Aquí os dejamos uno de nuestros trabajos para que veáis los resultados de un buen mantenimiento

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